Una pequeña joya rústica en la costa de San Antonio, parece hecha a la medida para cualquiera que quiera una experiencia privada y mágica gracias a sus magníficas vistas y ubicación estratégica. La villa tiene todo lo necesario para que te sientas como en casa: piedra y blanco en el exterior, colores tierra y tonos pastel en el interior, se distribuye en dos niveles y consta de 4 dormitorios y 3 baños, dos de ellos en suite. y uno de ellos en la planta superior, tiene acceso directo a un balcón con vistas a la terraza. La primera estancia a la que se accede es el salón, con mesa de comedor y sofá, totalmente iluminado por el gran ventanal de cristal que da acceso a la terraza con piscina. La terraza está diseñada para pasar momentos inolvidables. La piscina está rodeada de tumbonas en las que tumbarse al cálido sol de los días de verano ibicenco, mientras que en el rincón una pequeña zona chill-out con sofá será una invitación indeclinable para disfrutar de un excelente aperitivo en buena compañía. La cocina es funcional y está equipada con todas las comodidades y accesorios para satisfacer todas las necesidades.
